Rosario, 1998–2000 – A finales de los años 90, Luanvi se convirtió en proveedor oficial de uno de los clubes más emblemáticos del fútbol argentino: Newell’s Old Boys. Esta alianza, que se mantuvo entre 1998 y 2000, marcó una etapa especial en la historia de la marca valenciana, consolidando su presencia internacional y dejando huella en un club profundamente vinculado a la formación de grandes talentos.

Durante estas dos temporadas, Luanvi vistió al primer equipo de Newell’s, así como a sus categorías inferiores. Y fue precisamente en esas formativas donde, por aquellos años, un joven Lionel Messi comenzaba a destacar con un balón en los pies. Como parte de la escuela de fútbol del club, Messi lució equipaciones oficiales fabricadas por Luanvi, en los campos de entrenamiento donde empezó a forjar su leyenda. Se trata de un dato verificado y profundamente simbólico, que conecta los inicios del mejor jugador del mundo con una etapa clave para la expansión internacional de nuestra marca.

Un diseño icónico que aún vive en la memoria

Las camisetas diseñadas por Luanvi para Newell’s en esa etapa destacaban por su fidelidad al estilo tradicional rojinegro del club, pero con detalles técnicos avanzados para su época. Hoy en día, estas prendas se consideran auténticas piezas de colección, valoradas por su diseño, rareza y carga emocional. No solo vistieron a ídolos del primer equipo, sino que también acompañaron a cientos de jóvenes futbolistas que soñaban con llegar a lo más alto.

Orgullo internacional, raíces compartidas

Para Luanvi, vestir a Newell’s Old Boys fue mucho más que un contrato técnico. Fue una declaración de intenciones, una apuesta por entrar en uno de los campeonatos más competitivos del planeta, y también una oportunidad única de estar presentes en las primeras etapas formativas de jugadores que harían historia. Ver que nuestras camisetas formaron parte del camino inicial de Lionel Messi es un motivo de orgullo que permanecerá siempre en la memoria de la marca.

Un vínculo que trasciende el tiempo

Aunque breve, la alianza entre Luanvi y Newell’s (1998–2000) dejó una marca duradera. Supuso un punto de inflexión para nuestra internacionalización y confirmó la capacidad de la marca para competir al más alto nivel, respetando siempre la identidad de cada club. Hoy, al mirar atrás, recordamos esa etapa como un símbolo de crecimiento, proyección y conexión con la esencia del fútbol.

Luanvi estuvo allí, cuando todo comenzaba.